viernes, 12 de noviembre de 2010

MOTOR SHOW: ESPEJISMO O REALIDAD

Escribe: Ezequiel Castillo Savinovich

En este país de contrastes donde la riqueza puede ser en algunos casos ofensiva y la miseria no tan pálida sombra del infierno del Dante, se dan las más diversas estratificaciones en la que a diferencia de algunas décadas, no siempre el que aparenta tiene y el que no, posee.
Con la visión de todos aquellos que desconocemos a fondo el sustrato y los tejes y manejes de la economía pensamos que están ocurriendo fenómenos económicos a los que no estábamos acostumbrados. La liberación de requisitos para los créditos ha convertido a la tarjeta de plástico en el pasaporte al endeudamiento acogotador con la que disfrutamos de pasajeros sueños y anhelos; Los conciertos de nuevos y viejos rockeros y bandas importadas convocan a miles que abarrotan estadios; los supermercados son centros de concentración de clientes no siendo necesariamente su mayor demanda en distritos exclusivos. Somos, dicen, uno de los países que más usa el internet con la proliferación desbordante de cabinas; Los teléfonos celulares han llegado a todos los estratos de nuestra sociedad y hace tiempo dejó de ser un objeto exclusivo. La reciente inauguración del Motor Show es otro ejemplo de la dinámica económica que vive el país. Aquí algo de mi experiencia personal en este evento:
Movido como muchos por la curiosidad intenté infructuosamente ingresar al día siguiente de la inauguración. Los estacionamientos estaban colmados por lo que tuve que postergar hasta el domingo por la mañana. Al llegar, gran parte de los estacionamientos habilitados sobre terreno arenoso estaban ya ocupados. Caminamos aproximadamente tres cuadras entre el polvo que dejaban los carros que ingresaban hasta que ¡oh felicidad! , vimos los letreros y…una larguísima cola para el ingreso a los gigantes módulos. La sonrisa terminó de borrarse cuando al preguntar nos dijeron que teníamos que pasar por boletería donde se pagaba no por vehículo sino por persona 15 soles o sea el equivalente a un poco mas de 5 dólares. Nada menos que 47 marcas de automóviles se exponían para su venta con precios desde 9,000 dólares hasta…cantidades irreproducibles por groseras en un país donde el margen de pobreza araña el 40 % en los cálculos más optimistas. Los bancos instalados en el evento gracias a la tecnología conocen hasta las deudas que tienes con el vecino y te califican en tres minutos si aplicas o no a un préstamo. Al parecer no se trata sólo del fisgoneo de un público heterogéneo que acude masivamente en afán morboso o contemplación masoquista. Las ventas con las abultadas listas de espera en algunas marcas sugieren que están sobrepasando las expectativas.
En contrapartida a este supuesto boom económico, la realidad, esa aguafiestas implacable nos recuerda las altas tasas de desempleo, sueldos alejados del valor de la canasta familiar, migración de las zonas rurales con sus consecuencias de invasiones, mendicidad urbana y crecimiento de la delincuencia. La salud y la educación aún son enfermedades crónicas de nuestro sistema. La población ha llegado al hartazgo con la corrupción en todos los niveles, lo que nos hace pensar que la sociedad se ha focalizado flotando como islas en un mar revuelto y alborotado.

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